Enfrentarse al poderoso material visual que proporciona un fotógrafo como el japonés Rikki Kasso, es viajar con total naturalidad a través de diversas temáticas del Tokio actual. Desde el cine a la ilustración, pasando por el fotoperiodismo hasta la fotografía erótica, Kasso sabe cómo provocar sensaciones en el espectador.
Y lo primero para lograrlo es no tener reglas. Bien podemos estar ante una editorial de arquitectura con bellos paisajes nocturnos y pasar de pronto a una celebración tradicional, para finalmente deambular entre bizarras escenografías de desnudos. Allí el dilema y también el encanto de su trabajo: uno que gatilla polémicas reflexiones en torno al encantador caos de la cultura pop kawaii, sede de audaces conceptos y sutilezas que este autor de varios libros, pinturas y películas yuxtapone, creando una nueva dimensión estética.
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