"He estado tomando fotos la mayoría de mi vida, pero empecé un poco más obsesivamente hace unos diez años, cuando yo estaba filmando un documental para una obra de caridad en Etiopía. Tuve una vieja cámara de cine Hasselblad conmigo y entre las escenas empecé a fotografiar todo lo que me rodeaba. Desde ese momento me quedé enganchado. La alegría que me da de ver una imagen proyectada sobre vidrio molido, o el olor del desarrollador es suficiente para seguir disparando con una sonrisa en mi cara. Me encanta el retrato, aunque más recientemente he empezado a disfrutar fotografiando paisajes. Combinando los dos es algo que espero desarrollar aún más. Disparo en 5x4, formato medio, digital e infrarrojos."
Todo esto lo dice Andy Lee, que vive y trabaja en Pembrokeshire, Wales, Inglaterra, es padre de dos niñas maravillosas, director creativo, director de cine, fotógrafo obsesivo, pintor y garabateador maníaco.
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