Esencialmente autodidacta en la fotografía, el australiano Murray Fredericks, estudió ciencias políticas y economía. Después de su licenciatura, trabajó cinco años viajando por el Oriente Medio y en el Himalaya.
La experiencia de pasar una gran cantidad de tiempo en estos “poderosos” lugares le sirvió de base para su acercamiento a la fotografía. Desde el comienzo de su carrera, su trabajo ha consistido en hacer viajes prolongados y en solitario a lugares remotos, pero su objetivo no ha sido ni la aventura y ni la resistencia. Por el contrario se ha dedicado a captar maravillosas y espectaculares imágenes con la intención de representar la experiencia cuando el pensamiento se ha suspendido temporalmente y la mente se encuentra con el “otro”. Una verdadera maravilla.
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