Millones de niños viven en y de las basuras de los vertederos del mundo.
A estos vertederos, se les llama las “montañas de humo” porque están permanentemente cubiertos por una espesa niebla de gases tóxicos, nubes de moscas, aves, etc. Estos basureros son los parques de muchos niños que trabajaban recogiendo basura para luego venderlo a empresas (muchas veces clandestinas) que luego lo reutilizan.
Los riesgos que correr estos niños son muchos, y más si se toma en cuenta que la mayoría de las veces estos niños y niñas viven con sus familias en esos entornos, en condiciones infrahumanas, siendo víctimas de infecciones, enfermedades digestivas, malnutrición, cortes con vidrios, contacto con jeringas y desechos hospitalarios, mordeduras de animales, picaduras de insectos, atropellos y acoso. Éstos niños compiten con los adultos, que normalmente les expulsan hacia las peores zonas de recolección. Además pasan tantas horas trabajando en los vertederos que no acuden a la escuela, por lo que son la mayor parte de ellos, niños analfabetos.
Estos niños se encuentran en las grandes ciudades de África, Asia e Iberoamérica. En Camboya, por ejemplo, por un par de euros al día cientos de niños rebuscan desperdicios en el basurero de Phnom Penh que luego venden a las empresas de reciclaje.
Su labor comienza a las siete de la mañana, cuando llegan más de 200 camiones de basura procedentes de la capital. El más pequeño de esos vehículos transporta 1.000 kilos de basura. La descarga va acompañada del paso de máquinas apisonadoras. Los adultos y los niños se arriman a toda velocidad para competir por todo lo que pueda ser reciclado antes de que pase a ser de otros o inservible. Esto ya reporta muertes.
Estos niños son capaces de sobrevivir a base de todo aquello que nosotros tiramos, desperdiciamos y malgastamos. Todo lo que nosotros no queremos o no consideramos útil, ellos, sin embargo, son capaces de aprovecharlo. En Madagascar se reciclan los huesos de cebú, los mezclan con parafina y se hace jabón. Se aprovecha absolutamente todo. También hay gente buscando oro en el basurero, porque a veces se cae algún anillo....
Ha dicho Boris Heger, sobre su serie Madagascar - Dump Place:
Espero que éstas imágenes ayuden a contar la historia de estos trabajadores de los vertederos. En Madagascar, parece que nadie sabe de ellos. La mayoría de la gente - la gente pobre, está demasiado ocupada tratando de sobrevivir- la clase media casi no existe, y los ricos se ocupan de protegerse ellos mismos de los coletazos politicos y las crisis financieras, para hacer, en definitiva, más dinero.
0 comentarios:
Publicar un comentario