Mont Blanc - Panorámica de 365 gigapixeles

Panorámica del Mont Blanc que contiene 365 gigapixeles o, que es lo mismo, 365 000 000 000 de píxeles. Es tan grande que en ella igual puedes ver la montaña más alta de Europa en su entorno, acompañada por otros picos cercanos, como —ampliando la imagen— a alpinistas sudando la gota gorda mientras trepan las paredes de la montaña.


Para completarla hizo falta un ‘equipo internacional de cinco fotógrafos’ liderado por el fotógrafo Filippo Blengini. En total se tomaron 70 000 fotografías (46 Terabytes) durante 35 horas a lo largo de 15 días —con temperaturas que llegaban a los 10° bajo cero— y el montaje final requirió otros dos meses de trabajo.

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 Vía Microsiervos

Mervyn O'Gorman - Fotografías a color en ¡1913!

Pudiera parecer que la fotografía a color es algo reciente pero sin embargo, en contra de lo alguno pudiera imaginar, lleva con nosotros más de cien años. A comienzos de 1900, la fotografía en blanco y negro no era sólo una forma de arte aceptado, sino un medio establecido de documentar la condición humana. Las placas de blanco y negro habían evolucionado mucho y el obturador podía cerrar a unos increíbles 1/60" para la época. Pero el mundo siempre había sido en color. En 1894, en la fábrica de los hermanos Lumière en Lyon, se fabricaban más de 15 millones de placas fotográficas al año. 

Los hermanos Lumière siempre sintieron que la fotografía en color era el verdadero reto. El Autochrome Lumière o sistema de placa autocroma, aunque no fue el primer método para fotografía a color (anteriormente se usaban varias cámaras realizando la misma toma y mediante un complejo método se montaba la imagen final), sí fue el método que utilizó en 1913 el ingeniero eléctrico Mervyn O'Gorman para la captura de estas interesantes fotografías de su hija Cristina en Lulworth Cove (Dorset, Reino Unido).



A pesar de lo que tenemos en nuestro imaginario colectivo, estas fotos centenarios muestran a esta joven vistiendo ropas de llamativo color rojo. En general, podríamos decir que los colores resultan bastante más saturados de lo que cabría pensar en el primer plano frente a los menos saturados del fondo. Hemos de tener en cuenta que se trata de fotografías de larga exposición, también. O'Gorman consiguió unas notables tonalidades para la época usando esta tipo de placa autocroma - placas de vidrio de síntesis aditiva que constaban de un mosaico de microscópicos granos de almidón, usualmente fécula de patata, sobre la base de una película en blanco y negro. Los granos eran teñidos de color naranja, verde y morado, actuando de esta forma como filtros de color. Tras el procesado de la placa surgían los colores complementarios. Teniendo en cuenta los pocos años del sistema entonces (patentado en 1903), este conjunto de fotografías resulta ser uno de los conjuntos más relevantes en las exposiciones internacionales cuando se muestran fotografías de primeros del siglo XX.





[Fuente]